La situación ha ido de mal en peor para los mercados financieros mundiales. Después de tres quiebras bancarias en Estados Unidos y una en Suiza, los mercados buscan el próximo eslabón débil. Esta mañana, el Deutsche Bank estaba en el punto de mira, con una caída del 13% en el precio de sus acciones, y otros le siguen de cerca. Esto demuestra que, 15 años después de la "crisis crediticia", nada se ha resuelto.