La fecha límite del 10 de marzo para el ataque a Rafah ha pasado y aún no ha ocurrido nada. ¿Será que Netanyahu está dudando? La respuesta es claramente no. El gobierno israelí está maniobrando bajo la presión del exterior, en particular de la administración estadounidense, mientras que al mismo tiempo está dividido internamente. ¿Se debe la presión estadounidense a preocupaciones humanitarias por parte de Biden? La respuesta, una vez más, es no. Estados Unidos sigue apoyando a Israel en su ataque genocida contra el pueblo palestino, como demuestra el aumento de su ayuda militar. Entonces, ¿por qué el retraso en el ataque?