Editorial del nº 99 de Lucha de Clases – La Unión Europea pretende pasar como la ciudadela del progreso, la democracia y la libertad en medio de un mundo inhóspito y enloquecido. Josep Borrell, ese pedante y cínico representante de la política exterior de la UE, llegó a definirla como un “jardín que debemos preservar”, en contraposición al resto del mundo pobre y asediado por conflictos bélicos, desastres naturales y olas de refugiados, al que calificaba de “jungla”. Cierto es que esta “jungla” ha sido abonada durante décadas por las multinacionales europeas y sus ejércitos, junto a sus compinches de EEUU, a través del saqueo económico e incontables intervenciones militares,
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