Nos gustaría expresar nuestra profunda preocupación por la intromisión de EEUU en los asuntos democráticos internos de la República Bolivariana de Venezuela. Estamos extremadamente preocupados por las recientes declaraciones del subdirector del departamento de estado estadounidense, Peter DeShazo, en las que dice que había "demasiados tecnicismos" en el proceso de verificación de las firmas recogidas por la oposición y que tienen la intención de obligar a la convocatoria de un referéndum presidencial.
También manifestó que para EEUU era tan importante como la decisión final del Consejo Electoral Nacional, la posición de la Organización de Estados Americanos y de los observadores del Centro Carter. Está claro que se trata de una intromisión injustificada en el proceso democrático de Venezuela con la intención de presionar al CEN para que éste adopte la decisión de validar las firmas de la oposición, independientemente de si son realmente válidas o no.
Además, el gobierno venezolano ha denunciado que la organización de la oposición que coordinó la recogida de firmas, el SUMATE, ha recibido fondos del estadounidense Fondo Nacional para la Democracia.
El gobierno de EEUU no tiene la autoridad moral para dar lecciones de democracia a la población y al gobierno venezolanos, particularmente después del apoyo de la administración estadounidense al breve y antidemocrático gobierno de Pedro Carmona, que se instaló en Venezuela como resultado del golpe del 11 de abril de 2002.
Expresamos nuestra defensa del proceso revolucionario de Venezuela, donde la población ha expresado reiteradamente en 7 consultas electorales su apoyo al proyecto bolivariano promovido por el presidente Chávez y exigimos que el gobierno de los Estados Unidos de América no interfiera en la soberanía de Venezuela.
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