Declaración de la Corriente Marxista Internacional - Hace unas horas, se ha conocido que la ministra de industria, Reyes Maroto, ha recibido otra carta con amenazas que incluía una navaja ensangrentada. Es evidente que la ultraderecha está jugando con fuego y parece que ha olvidado las poderosas tradiciones antifascistas de la clase obrera española y su respuesta revolucionaria en las calles, lo cual prueba la pérdida de su sentido de la realidad en su microclima de fanatismo.
Pero más allá del enloquecimiento de la base social de la extrema derecha, que tiene en policías, guardias civiles y oficiales del ejército sus fans más incondicionales, siempre lo hemos dicho: No es con quejas lacrimógenas como se combate a esta basura. Estas expresiones de desaprobación, por muy bienintencionadas que sean, sólo les produce regocijo y una sensación de impunidad. La única manera efectiva de responderles es con la movilización más masiva en las calles. Esto sí que los amedranta, al menos a sus jefes más clarividentes en el aparato del Estado y en la oligarquía económica del país.
Ya se debió haber hecho en Cartagena tras el atentado con explosivos en la sede de Podemos en esta ciudad a principios de abril, y sobre todo el pasado fin de semana en Madrid tras las cartas amenazantes a Pablo Iglesias, Grande-Marlaska y María Gámez ¿Por qué los dirigentes del PSOE. Unidas Podemos y de los sindicatos no convocan una manifestación masiva en Madrid este próximo fin de semana, convirtiendo las manifestaciones del 1º de mayo en todo el país en un gigantesco frente único de masas contra la extrema derecha, la derecha extrema de PP y C's, y a favor de las libertades democráticas? Esas enormes manifestaciones serían la mejor garantía, además, para crear un ambiente explosivo de indignación en la sociedad que asegure la victoria de la izquierda en las elecciones del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid y barra a las derechas de las instituciones madrileñas.